El comercio electrónico es un modelo de negocio que se basa en la compra-venta a través de internet (RR.SS., Marketplace, sitios webs o aplicaciones).
Que el comercio electrónico ha llegado para quedarse, es un hecho. La globalización y el estilo de vida han incidido fuertemente en el aumento de las compras online y su éxito se basa principalmente en la disponibilidad.
Cada día más personas tienen acceso a internet y disponen de dispositivos electrónicos que les permiten estar conectados a la red (smartphones, ordenadores, etc.). Estos dos factores han incidido fuertemente en el crecimiento del comercio electrónico, además de la evolución en los hábitos de consumo de las personas.
Estas nuevas necesidades, que provienen del mercado y los consumidores, se transforman en estrategias que se van aplicando al comercio electrónico para satisfacer cada una de las partes en el intercambio de bienes y servicio online.
Hoy en día, muchas personas optan por adquirir productos y servicios mediante internet para evitar desplazarse hasta una tienda física y aprovechar ese tiempo en otras actividades u ocio. La comodidad, la sencillez y rapidez del proceso, lo hace un método imbatible frente a los comercios físicos. Es por ello que el número de tiendas que deciden saltar al comercio electrónico es cada vez mayor, o incluso, nacer como un e-commerce.
Además, no debemos de olvidarnos de la pandemia vivida en el 2020 debido a la COVID-19. Esta situación cambió aún más la forma de comprar por internet y nuestra forma de consumo. Según la CNMCData el comercio electrónico en España, registró 51.600 millones de euros en ventas.
Una breve historia del comercio electrónico
El comercio electrónico parece reciente, pero desde el siglo XIX y gran parte del XX ya existían métodos de venta parecidos. Estos métodos también permitían al comprador, no tener que desplazarse a una tienda.
¿Quién no conoce la venta por catálogo? Este método de venta supuso un antes y un después en la forma de comprar. Las personas podían comprar productos que se publicaban en catálogos o revistas. Estas incluían fotos y una descripción muy llamativa. Enviabas una carta postal con la selección y lo recibías en casa.
Este ya método no suele utilizarse, pero por aquel entonces fue una revolución y creció aún más cuando aparecieron las primeras tarjetas de crédito.
Más tarde y con la llegada de la televisión, surgió la famosa televenta. De esta manera, podías ofrecer una demostración del producto, lo cual era totalmente atractivo para los compradores. Los consumidores realizaban la compra mediante una llamada telefónica, pagaban con la tarjeta de crédito y recibían el producto en casa.
Hacia finales del siglo XX y con la llegada del World Wide Web muchas páginas web comenzaban a vender online gracias al auge de Internet. Amazon y eBay son dos ejemplos que hasta el día de hoy siguen operativos.
¿Qué ha pasado en la actualidad?
Como hemos comentado al principio, hoy en día existe un gran número de personas que compran por internet. El creciente uso de dispositivos electrónicos y la llegada de internet a más personas ha hecho que los comercios electrónicos sean los gigantes de internet.
Nuestros hábitos de compras han cambiado. La facilidad y rapidez de realizar una compra desde casa, el trabajo o cualquier otro sitio y a cualquier hora se ha convertido en algo habitual. Además, cada vez es más fácil hacer una devolución por si no quedamos satisfechos.
Imagínate comprar algo que puedas tener en casa el mismo día. Parece imposible, ¿no? Antes solo era posible si te desplazabas a un comercio físico, pero hoy en día la logística ha conseguido que muchas tiendas te envíen tus compras y las recibas el mismo día en casa.
Sin duda, el 2020 no será solo el año de la COVID-19, sino que también será recordado por el auge de las compras por internet debido al confinamiento y cierre de numerosos comercios. La población empezó a adquirir cada vez más productos por internet. Desde ropa, zapatos, artículos de cuidado personal, aparatos electrónicos, muebles, compras de supermercados y hasta servicios adquirimos de forma online.
Esta situación dio paso a que supermercados, diferentes tipos de comercios, etc. dieran el paso a comenzar a vender sus productos y servicios de manera online o incluso a mejorar el servicio que ya ofrecían previamente, adaptándose mejor a esta nueva situación y demanda del mercado.
Una vez terminado el periodo de confinamiento, en muchos países se siguió normalizando las ventas online, debido a la situación sanitaria, además de las ventajas que supone el comprar por internet y las facilidades que se han implementado en los últimos años (mejora en los tiempos de entrega, facilitación de devoluciones, etc.). Esta situación dio paso a una nueva creación de comercios electrónicos que venían buscando una solución al problema.
Estas necesidades del mercado se convierten en estrategias que van adquiriendo y dando forma a los comercios convencionales, para dar paso a una nueva forma de negocio.
Por lo tanto, ¿es bueno plantearse la posibilidad de dar el salto al comercio electrónico? Totalmente. Además, es recomendable realizar un estudio de viabilidad, conocer sus ventajas y desventajas, entre otros, como las herramientas que se utilizan para facilitar la gestión, etc.